Con ocasión de la Solemne Apertura de la Séptima Cumbre de Jefes de Estado de Gobierno de los Países ACP, Malabo 13 de Diciembre de 2012.

Su Excelencia John Dramani Mahama, Presidente de la República de Ghana y Presidente en Ejercicio de la 6a Cumbre ACP

Su Excelencia Dr Mohamed Ibn Chambas, Secretario General del Grupo ACP

Su Excelencia Herman Van Rompuy, Presidente del Consejo Europeo [*Represented by EU Commissioner for Development Mr Andris Piebalgs]

Su Excelencia Dr Boni Yayi, Presidente de la República de Benín, y Presidente en Ejercicio de la Unión africana

Su Excelencia Dr Kenny Anthony, Primer Ministro de Santa Lucía y Presidente en Ejercicio de la CARICOM

Su Excelencia Nkosazana Dlamini-Zuma, Presidenta de la Comisión de la Unión Africana

Excelentísimo Señor Representante del Secretario General de las Naciones Unidad

Sus Excelencias Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados ACP

Excelentísimos Señores Delegados y Ministros

Excelentísimos Señores Embajadores, Jefes de Misiones Diplomáticas y de Organizaciones Internacionales

Distinguidos Invitados

Señoras y Señores:

Es con suma satisfacción que Mi Gobierno y el Pueblo de Guinea Ecuatorial acogen a las Atlas Personalidades y Dignatarios procedentes de África, Caribe y Pacífico, para participar en la Séptima Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los Países ACP, para considerar el futuro de sus naciones y de la Organización, en un mudo de cambios dinámicos y grandes retos que afronta la humanidad.

Para ello, quiero expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos los Estados Miembros de la ACP por haber elegido nuestra Capital Malabo para albergar esta Cumbre. Su elección nos conmueve aún más por el hecho de proceder de una decisión unánime, como expresión de la confianza depositada en Mi País, Guinea Ecuatorial.

La Ciudad de Malabo, se presenta como el escenario de retaguardia, cuyo ambiente pacífico brinda la serenidad, confianza y seguridad necesarias a este gran diálogo que tiene por finalidad desarrollar una cooperación sur-sur; fortalecer la unidad y cohesión del Grupo ACP, así como su posición común para cooperar con la Unión Europea y los países del Norte, en aras a un equilibrio más justo y equitativo en el mundo.

La celebración de esta Cumbre en Malabo, honra no solo a Mi País, sino a toda la Región de África Central y nos llena de esperanzas para definir y proponer soluciones a los serios desafíos a que se enfrentan nuestros países.

Por tanto, damos la más cálida bienvenida a nuestros ilustres huéspedes, a quienes desamaos disfruten lo mejor de la hospitalidad del Pueblo de guinea Ecuatorial, país de encuentros e intercambios que, a lo largo de décadas, ha construido su política sobre el diálogo entre los Hombres, Estados y Naciones.

Excelentísimos Señores,
Distinguidos Delegados,
Señoras y Señores,

Esta Séptima Cumbre constituye para los Países ACP la oportunidad de evaluar el papel y el lugar que detenta en el mundo y el futuro de sus Estados, así como definir su visión clara y ambiciosa, especialmente después del año 2020, cuando el Acuerdo de Cotonou llegue a su fin.

De hecho, la última década, caracterizada por profundos cambios en el mundo, ha sido un punto de inflexión para el Grupo ACP.

Por consiguiente, esta Cumbre está focalizada efectivamente sobre su futuro en un mundo cambiante, azotado por los problemas de la paz, seguridad, estabilidad y buena gobernabilidad; los problemas energéticos, la seguridad alimentaria, la lucha contra la pobreza, los efectos de la Crisis Económica y Financiera, la disminución de la ayuda oficial al desarrollo, los cambios climáticos, etc.

Todo ello exige al Agrupo reforzar los lazos de solidaridad y cooperación ante la similitud de sus problemas de desarrollo socioeconómico y fortalecer la cooperación entre ellos a fin de hacer frente común a estos retos.

En efecto, la triple crisis mundial, energética, financiera y económica, que durante los últimos cinco años atraviesa el mundo, ha puesto a prueba nuestras economías, lo cual dificulta el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Además, nuestros países están siendo afectados cada vez más por el fenómeno del cambio climático, el cual está originando desastres naturales de consecuencias dramáticas, y constituye un problema capital al que debemos encontrar respuestas urgentes.

Por otra parte, hemos de afrontar los retos derivados de la globalización de las economías, por lo que nuestros Estados deben comprometerse firmemente en el camino de las reformas.

A estos desafíos se añade la capacidad de adaptación de nuestros Estados a los cambios que en este momento afectan a nuestra cooperación con la Unión Europea, a través de los Acuerdos de Asociación Económica, las negociaciones de la Ronda de DOHA y la nueva arquitectura institucional de la Unión Europea, creada por el Tratado de Lisboa.

Nos gustaría hacer hincapié en el importante tema de las Acuerdos de Asociación Económica, los cuales considero que para ser forjadores del desarrollo deben, ante todo, permitir que los Países ACP construyan economías sostenibles y desarrollen capacidades de producción y exportación.

Como Organización de Países que buscan su emergencia política y económica en estas circunstancias, los Países ACP no solo deben ser meros receptores de la ayuda que quiera darles sus socios de la Unión Europea, sino que también deben buscar estrategias propias para su emergencia.

El flujo comercial entre los Países ACP con la Unión Europea, gracias a nuestros recursos naturales, debe servir de base para un enfoque estratégico de desarrollo que facilite la emergencia de nuestros Estados.

A la simple observación del proceso de la cooperación con la Unión Europea, se constata una navegación a la deriva del Grupo ACP por la inercia de la Unión Europea. Sin embargo, el Mundo desarrollado se enfrenta a una Crisis Económica que dificulta para que su cooperación con los Países ACP pueda servir de remolque para su emergencia segura.

La cooperación con los Países desarrollados debe experimentar reformas que permitan que las economías de los ACP alcancen la auto-sostenibilidad. Dicha cooperación debe producir efectos beneficiosos a ambas partes; por una parte, las materias primas de los Países ACP pueden ayudar a mitigar los efectos negativos de la actual Crisis Económica de Europa y, por otra, los países desarrollados deberían favorecer el proceso de la industrialización de los Países ACP.

Guinea Ecuatorial alberga la esperanza de que la Séptima Cumbre abordará esta estrategia que re-articule la cooperación entre el Norte y Sur que reafirme el consenso de que la Crisis Económica, como el acceso a la tecnología, solo pueden solventarse con los intercambios equitativos y de mutuo beneficio entre el Norte y el Sur.

Los Países ACP deben por sí mismos, y a través del proceso que guía las negociaciones fortalecer los subconjuntos económicos regionales existentes, por ser el lugar privilegiado donde se pueden obtener las capacidades de producción y de emergencia de sus Estados.

En este contexto, es urgente abordar el futuro del Grupo de Estados ACP, para reforzar la solidaridad entre sus países, con vistas a responder mejor a los desafíos del desarrollo.

Po restas razones, el futuro de los ACP, sería incierto si su único objetivo es focalizarse en los programas con la Unión Europea y no extender su abanico de acciones a otros socios potenciales o emprender una cooperación intensiva entre sus Miembros, para aprovechar las experiencias y capacidades de unos y ostros.

Existiendo ya un bloque concreto de países del Sur, Guinea Ecuatorial propone la creación de una “Organización Económica de Cooperación Sur-Sur” en un contexto global, en lugar de dividir esfuerzos en varios subconjuntos.

Malabo podría ser el lugar de nacimiento de esta iniciativa, para que en el futuro se hable de una sola organización de los Países de Sur que unifique criterios y coordine los esfuerzos para solventar los problemas de su emergencia económica.

Excelentísimos Señores,
Distinguidos Delegados,
Señoras y Señores,

Hacemos estas observaciones con un espíritu de sincera colaboración y solidaridad para fortalecer el Grupo, porque dentro de poco en menos de un mes, Guinea Ecuatorial albergará otra Conferencia de Jefes de Estado de América del Sur y África (ASA), en el mismo contexto de búsqueda de soluciones para la emergencia global de sus Estados Miembros.

Desde la firma del Acuerdo de Georgetown por el que se instituyó el Grupo ACP, estamos con nuestros socios europeos en la vanguardia de la cooperación Norte-Sur.

Sin embargo, la historia nos impone hoy redefinir nuevos enfoques o nuevos conceptos, para afrontar los retos de nuestro tiempo.

Por tanto, estamos invitados, a lo largo de esta Cumbre, a proporcionar orientaciones políticas y estratégicas que permitan al Grupo seguir jugando, en nombre de sus Estados Miembros, un papel efectivo en el escenario internacional.

Nuestra Cumbre se celebra en un momento en el que le Grupo Estados ACP se halla en una encrucijada de caminos. Por un lado, la firme voluntad de responder a los desafíos del desarrollo, que siempre ha sido su principal razón de ser y, por otro, la necesidad urgente de examinar el futuro del Grupo ACP, tomando en consideración los profundos cambios del entorno internacional y el Tratado de Lisboa que ahora gobierna la Unión Europea.

Nos agrada el hecho de que nuestra Cumbre, cuyo tema principal se centra en «el futuro del Grupo ACP en un mundo cambiante», y también que consagre en su agenda temas importantes tales como el Cambio Climático, los Acuerdos de Asociación Económica, los Problemas Energéticos y la Situación de los Conflictos en los Estados ACP.

Son temas de cuya pertinencia no Nos cabe la menor duda, dadas las preocupaciones que nos conciernen a todos en un mundo globalizado y en plena transformación.

Para la emergencia económica, aparece que el tema de la producción y acceso a las fuentes de energías y su gestión sostenible es fundamental para los Países que desean crear una dinámica de crecimiento económico y desarrollo humano sostenibles.

Esta es la razón por la que la Cumbre de Malabo debe focalizarse más en ese tema, teniendo en cuenta que muchos Estados ACP disponen de importantes recursos energéticos y el papel determinante que juega esta materia en la economía mundial.

El acceso seguro a la energía nos permitirá desarrollar con seguridad todos los demás aspectos que requieren las economías de nuestros Países.

Nuestros Países de han apostado por un desarrollo global basado en el uso medido y adecuado de sus recursos naturales para proporcionar al hombre de forma sostenible los elementos vitales para su existencia.

Por otra parte, solución de los problemas de la paz, seguridad, estabilidad, gobernabilidad, la Crisis Financiera y Económica, así como el reforzamiento de la solidaridad y cooperación dependen fundamentalmente de la voluntad y disponibilidad de los órganos de gobierno y de las instituciones que dirigen nuestros países.

Somos conscientes de que los retos a superar son numerosos y complejos como también los elementos estructurales de la sociedad humana y las políticas que intervienen en las economías de nuestros Estados.

El papel fundamental corresponde a cada Gobierno, como conocedor de las dificultades que existen en el país, a los que nuestra organización debe brindar el apoyo estratégico necesario. Es conveniente emprender una acción conjunta y solidaria, sobre una unidad de criterios, si queremos triunfar.

Es esencial y urgente que se inicien reflexiones, afín de proporcionar al Grupo ACP una visión clara y ambiciosa.

Seguimos convencidos de que esta Cumbre nos brindará la oportunidad de afirmar nuestra unidad, solidaridad u cohesión, a fin de expresar con más fuerza nuestra fe en la capacidad del Grupo para sacar el máximo provecho de su asociación con la Unión Europea y otros países del norte, definiendo directrices aún más innovadoras.

Como Grupo, tenemos que permanecer unidos en base a estos valores y la identidad de puntos de vista que nos caracterizan, asegurando que la existencia del Grupo ACP continúa y se mantiene más allá de las relaciones ACP-UE.

Felicitamos la creación del Grupo de Personalidades Eminentes, cuyas conclusiones y recomendaciones estoy seguro de que nos permitirán ampliar nuestra visión del futuro del Grupo ACP.

Excelentísimos Señores,
Distinguidos Delegados,
Señoras y Señores,

Para concluir, Nos gustaría compartir con Ustedes una convicción: reiterándoles la bienvenida a Malabo, y expresar a los Distinguidos Huéspedes y a sus respectivos Países su más sincera amistad.

Agradecemos, una vez más, vuestra presencia y queremos asegurarles la disponibilidad total de Mi Gobierno y del Pueblo de Guinea Ecuatorial, para que vuestra estancia sea la más grata y agradable posible.

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